NUTRICIÓN Y EL CEREBRO

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NUTRICIÓN Y EL CEREBRO

 

NUTRICIÓN Y EL CEREBRO

El cerebro humano está compuesto de mil millones de células llamadas

neuronas, que se comunican entre ellas enviando mensajeros químicos llamados 

neurotransmisores. Cuando estos químicos envían sus señales, el mensaje es

amplificado eléctricamente y enviado a todas las partes del cuerpo. Los mensajeros

químicos que envían señales entre neuronas incluyen la noradrenalina, la serotonina y

la dopamina, que son hechos del componente básico de la proteína conocido como

 aminoácidos. La nutrición influye en el rendimiento mental, la energía y el humor,

así como en el envejecimiento a largo plazo del tejido cerebral.

La nutrición afecta la energía mental y la función del cerebro a lo largo del día.

La cafeína consumida en bebidas y suplementos mejora el rendimiento del

cerebro demostrado a través de cambios positivos en la atención, el rendimiento y el humor.

Los niveles bajos de azúcar en la sangre, producidos por saltarse las comidas o consumir

comidas desbalanceadas causan la reducción del rendimiento mental en cuestión de horas.

Por otra parte, las comidas que mantienen los niveles de azúcar de la sangre equilibrando

las proteínas y los carbohidratos, mantienen un buen rendimiento mental. Esto puede explicar

el porqué la energía aumenta después de una comida de alto valor proteico y/o comida alta en carbohidratos.

El cerebro: un barómetro de nutrición
Mientras ciertas vitaminas y minerales, como la Vitamina B12, son necesarios para

la función cerebral normal, en el cerebro se ve reflejada la nutrición en general del individuo.

Por ejemplo, tener grasa en exceso en la parte superior del cuerpo puede causar el daño de neuronas

y causar inflamación. El cerebro consiste en 70 por ciento de grasa y el tipo de grasas

consumidas en la dieta puede afectar la función cerebral.

Los experimentos en animales han demostrado que los antioxidantes a base de

alimentos de origen vegetal mejoran la memoria. El aumento de flujo de sangre al cerebro,

como ocurre con la actividad física regular, también puede tener efectos beneficiosos

en la función cerebral. Los estudios de la nutrición y las funciones cerebrales de

las personas recién están comenzando, pero los papeles principales del mantenimiento de peso,

la actividad física, el aceite de pescado y los fitonutrientes antioxidantes han sido estudiados en profundidad.